Estamos a unos días del 21 de diciembre de 2012, fecha que concentra la atención de buena parte de la humanidad. Como cada año, ese día se celebra el solsticio de invierno, la culminación del yin y el inicio del yang. Pero este año se cumple, además, un ciclo de 5125 años que, según las profecías mayas, abre paso a una nueva era de luz y armonía.
Los mayas sabían que nuestro sol es un ser vivo que respira y que cada cierto tiempo se sincroniza con el enorme organismo en el que existe, la Vía Láctea, que al recibir un chispazo de luz del centro de la galaxia brilla mas intensamente, produciendo en la superficie lo que nuestros científicos llaman erupciones solares y cambios magnéticos. La tierra se ve afectada por los cambios en el sol mediante un desplazamiento de su eje de rotación, y predijeron que a partir de ese movimiento se producirían grandes cataclismos. No se trata del fin del mundo sino de una transformación extraordinaria.
Los taoístas, al igual que los mayas, conocían los procesos universales como la respiración de la galaxia y sus eternos ciclos de cambio. El desplazamiento de los polos se debe a que el norte de la Tierra, que solía estar alineado con Polaris, la Estrella Polar, se ha ido inclinando hacia Vega.
Los antiguos taoístas descubrieron que, cuando subimos la energía a la corona, el polo norte del cuerpo, a través del Canal Gobernador en la espalda, nos conectamos con Polaris, y al descender por el Canal Funcional, al frente del cuerpo, nos conectamos con Vega. Polaris es el regente de la energía yang mientras que Vega rige sobre la energía yin. De esta manera, al circular por la Órbita Microcósmica, estamos equilibrando las fuerzas yin y yang en nuestro interior y nos estamos sintonizando con la antena cambiante.
El ciclo que se cumple el 21 de diciembre de 2012 es la culminación del período yang y el inicio del período yin. Esto significa el fin de la dominación de lo masculino y la fuerza ascendente de lo femenino. Termina un período yang que, en su fase final en los últimos cien años, ha generado una aceleración extrema, exacerbando las peores energías emocionales del corazón: intolerancia, prisa, crueldad, odio, y provocando un sobrecalentamiento de la economía que ha lanzado a la humanidad a una desquiciada carrera hacia ninguna parte. Más, más y más rápido podría ser el lema de esta era que termina.
Desde la perspectiva taoísta, la fuerza yin, que se encuentra ya en ascenso de manera perceptible a nivel mundial, trae un período de aquietamiento en el que todo se irá calmando. El flujo suave y lento de la energía femenina enfriará el exceso de fuego, disolviendo los excesos y produciendo una nueva fase de estabilidad.
El comienzo de un ciclo galáctico de 26.000 años no sucede en un solo día terrestre. Esta sincronización ya ha comenzado y continuará por varios meses más durante el 2013. Durante los últimos años, muchos maestros, guías y facilitadores han estado informando y enseñando cómo preparar nuestros corazones para abrirnos a recibir el Amor. Hoy más que nunca un buen arraigo es fundamental: estar firmemente plantados en la esencia de nuestro ser, con un centro de gravedad sólido en nuestro interior que nos proteja de extremos emocionales que nos desequilibren.
La crisis financiera mundial, la violencia e inseguridad en primera plana y los cambios climáticos y los fenómenos como tsunamis y terremotos alimentan el temor de quienes están genuinamente convencidos de que se acerca el fin del mundo, y es fácil dejarse llevar por las energías del miedo y la desesperación.
A este nuevo ciclo se ingresa desde el corazón. Al margen de predicciones fatalistas o ingenuas, lo importante es abrirnos a recibir el aire fresco de la nueva energía que es luz y amor.
No se trata de una alineación de los planetas sino de una alineación desde nuestro corazón con el corazón de la Tierra y el corazón del Sol Central de la Galaxia. Sonreír y hacernos receptivos a la frecuencia de amor incondicional que desde él emana.
La elección es personal, podemos usar esta energía para evolucionar hacia la unidad e integración de la conciencia o podemos quedarnos en el mundo de la dualidad y seguir viviendo en la disociación y el caos interior.
Abrir el corazón al amor, perdón, reconciliación, integrar mente y corazón. El gran secreto de todo este proceso está en el corazón.
Muy feliz Amanecer de un Nuevo Sol!
http://www.taocurativomexico.com/index.php/boletin/archive/view/listid-1-boletin-tcm/mailid-42-amanecer.html
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