"El reconocimiento de lo sagrado empieza, simplemente, cuando nos interesamos por cada detalle de nuestra vida."
Chogyam Trungpa

sábado, 19 de mayo de 2012

Shen Nong prueba cien hierbas


Hace unos 5000 años, cuando Shen Nong fue el jefe de la tribu Jiang, la gente vivía en comunidades primitivas.
En aquel entonces, no había leyes penales, cárceles, ejército ni policía.

Shen Nong era un hombre inteligente y laborioso. Tenía un corazón ardiente puesto al servicio de su pueblo.

Según se dice, él fue el inventor de la agricultura. 

En la remota antigüedad, los seres humanos vivían pricipalmente de la caza, pero a medida que fue aumentando la población, el número de animales comenzó a disminuir. La gente se vio obligada a buscar vegetación o mijo silvestre, aunque no todas las veces los hallaban.
Ante esta situación, Shen Nong decidió roturar la tierra en sus alrededores para plantar cereal de modo experimental. Tales cultivos crecieron con lozanía y dieron muy buenas cosechas, lo que permitió almacenar el cereal para garantizar la vida de la gente durante todas las cuatro estaciones del año. Precisamente, a ello se debe su nombre de “Shen Nong”, Dios de la Agricultura.

Viendo que su pueblo era atacado frecuentemente por las enfermedades, Shen Nong se entristeció. “¿Qué hacer? – pensó - ¡Qué bueno sería si yo pudiera encontrar algunas hierbas medicinales o inventar algunos remedios para aplacar el dolor de la humanidad!” pero en la tierra había tantas variedades de hierbas y árboles, que era imposible saber cuáles eran curativas o para qué enfermedades servían. Decidido a salvar la gente de las dolencias, empezó a probar todas las vegetaciones para buscar los que fueran medicinales.
Shen Nong erró por el campo y las montañás, recogiendo toda clase de palntas, observando detenidamente su apariencia y probándolas. Entre ellas, había acres, dulces, amargas, picantes y saladas; unas le hacían sentir calor, otras, le refrescaban; algunas fortificaban a los hombres mientras que otras servían para eliminar la hinchazón y calmar los dolores. Pero había muchas que eran sumamente venenosas.

Durante su investigación, en cierta ocasión, Shen Nong se envenenó más de 70 veces en el curso de un día. De toda manera, sobrevivió con valiosas experiencias sobre las hierbas medicinales.

El cultivo de cereales y el descubrimiento de las plantas medicinales fue un gran acontecimiento en la existencia de la humanidad. Además, dicen que Shen Nong impulsó la formación del mercado primitivo, en que la gente se intercambiaban los productos que les sobraran. 


Por eso, no es de extrañar que, con la sola mención de este nombre, la gente expresara un respeto profundo hacia él.


http://espanol.cri.cn/chinaabc/chapter17/chapter170105.htm

martes, 8 de mayo de 2012

Alquimia Interior Taoísta 內方術道教




Mantenerse en el centro, vacío, silencioso,
espíritu sereno, actitud relajada, perfecta lucidez.

Cultivar la naturaleza original, simplicidad de acción y pensamiento.
Contemplarse internamente, irradiar externamente.

Deleitarse en lo sencillo y no en los placeres y lujos innumerables,
no buscar lo sofisticado, regresar a la fuente.

Estar libre de ataduras es tener fortuna,
tener la mente clara y tranquila es prosperidad,
los deseos y la ansiedad bloquean la energía y el espíritu.

El Yin y el Yang son las constantes del Cielo y la Tierra,
los padres del cambio, la naturaleza de todas las cosas,
incluso las personas más ignorantes trabajan de acuerdo a su ritmo.

                      Mantén el corazón tranquilo, sella los sentidos y siéntate como una tortuga.  
Cuando el Agua y el Fuego se equilibran, la vida se prolonga.

Si estás en el ahora, estás en el infinito.

La sustancia es el Yin (Pensamiento), la función es el Yang (Voluntad),
 la acción se origina en la inacción, la quietud es la madre del movimiento.

Vitalidad, energía y espíritu, los tres tesoros que hay que proteger.      

La conciencia (Shen) depende de su esencia (Jing).

No seguir lo mediocre e insignificante, estudiar y practicar el principio de la vida (Tao).

Método práctico del Abuelo Lu: Mantener la serenidad,
no apresurarse, todo lleva su tiempo, practicar cada día.

El arte de la paz es el arte de conocerse uno mismo,
permanece en la sencillez del momento presente.

Todo lo que reprimes y rechazas no te lo puedes quitar de encima,
evita las emociones extremas que agotan la energía y dañan los órganos.

Hacer mucho ruido te roba fuerza interna, el silencio te da poder.

Cuando la persona pierde la virtud del Tao, ninguna medicina le podrá ayudar.

La felicidad reside en nuestro espíritu, no tener nada es la libertad.

El Corazón es el portador de la sabiduría,
siempre tiene que estar tranquilo, mantener la claridad, la luz.         

Respirar bien es unirte al Tao, no hacerlo es ir directo a la enfermedad,
un día es un año, una respiración una vida.

Libre de deseos, fuerte como el acero.

Honestidad, rectitud y confianza.

Mente clara, voluntad firme, espíritu elevado.